En estos retratos del día a día que presenta el grupo Wir Sind Helden, en la vida de una de ficción musical hecha con retazos de la realidad contemporánea de fondo, nos van mostrando poco a poco imágenes de lo que alguien, cualquiera, ha querido ser y de lo que es.
“Sueño con una vida que me convierta en heroína” canta ella. Mientras el grupo entero arropa su imaginación y con la música sacian su sed de aventuras al mostrarle el entorno, su accionar, su permanencia y su lucha entre lo útil y lo poético en el trajín del ahora. Y entre las dudas existenciales, asoma la certeza de que la música –hecha con esas emociones-- es un bien necesario para examinar nuestra humanidad, la de todos los días, la heroica.
“Sueño con una vida que me convierta en heroína” canta ella. Mientras el grupo entero arropa su imaginación y con la música sacian su sed de aventuras al mostrarle el entorno, su accionar, su permanencia y su lucha entre lo útil y lo poético en el trajín del ahora. Y entre las dudas existenciales, asoma la certeza de que la música –hecha con esas emociones-- es un bien necesario para examinar nuestra humanidad, la de todos los días, la heroica.