La contribución constante e ininterrumpida del dadaísmo al arte contemporáneo –del que el jazz, la música electrónica y el rock forman parte indiscutible-- es la puesta en duda continua sobre la esencia misma del significado artístico; la certeza de que todo –literalmente-- es una convención que puede ser puesta en tela de juicio y que, por lo tanto, no hay regla inamovible que lo legitime de manera alguna.
Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación (como la mezcla de géneros y materias propias del collage y del remix) viene de sus esencias, nacidas hace cien años en aquel revoltoso Cabaret Voltaire de Zúrich, cuya sombra nos sigue cubriendo, afortunadamente.
Gran parte de lo que el arte actual tiene de provocación (como la mezcla de géneros y materias propias del collage y del remix) viene de sus esencias, nacidas hace cien años en aquel revoltoso Cabaret Voltaire de Zúrich, cuya sombra nos sigue cubriendo, afortunadamente.